Ha llegado la hora de la despedida, me da tristeza irme de la que ha sido mi casa durante mis últimos años, donde he vivido momentos felices y alegres y donde he dicho adiós al hombre con el cual he compartido 38 años de mi vida.
Un hogar lleno de amor y felicidad.
También dejo atrás a mis vecinos que ya son mucho más que eso, son mis amigos y han sido mi familia mientras he vivido aquí.
A ellos va dedicada la entrada de hoy.
Aquí donde he pasado mis últimos años es un lugar maravilloso, tranquilo, al lado del mar, solitario, donde los poquitos que vivimos durante todo el año nos conocemos todos. Sales a pasear por estas calles solitarias y a cualquier persona que te encuentres la saludas y te saludan, vas al paseo marítimo y siempre encuentras alguna persona paseando y entablas una conversación y te haces amigas porque siempre encuentras las mismas personas, esto es calidad de vida, esto ocurre desde septiembre a junio. A partir de junio cuando los niños cogen vacaciones del colegio muchas familias se trasladan a vivir aquí y entonces todo cambia. Las calles se llenan de bullicio de los niños, vas al paseo y está todo lleno. A los que solemos vivir aquí todo el año y estamos acostumbrados a la tranquilidad, silencio, solo se oyen los pajaritos cantar porque ni coches pasan, nos molesta un poquito este bullicio de personas y coches que hay de junio a septiembre. Pero son pocos meses y enseguida se pasan.
Me voy de aquí porque a pesar de estar rodeada de personas maravillosas, cada cual tiene su vida y yo me encuentro sola. Por aquí no hay tiendas, para todo necesitas un coche y yo no tengo. Siempre tengo que estar pidiendo que me lleven hacer los recados y aunque mis vecinas son estupendas y siempre están dispuestas a llevarme donde yo tenga que ir, no me gusta molestar.
Y aunque tengo a mis dos perritos hay momentos que la soledad, la tristeza, los recuerdos, la añoranza se apodera de mí y eso no me gusta.
Así que he decidido volver a "mi pueblo" donde tengo a mi familia, amigos, tiendas, médicos. Me voy de aquí pero aquí dejo una parte de mi corazón.
Hoy quiero dar las gracias a los amigos que dejo aquí. Somos muy poquitos, en la escalera donde yo vivo somos 16 vecinos, pero solo vivimos en tres pisos todo el año. Uno en el tercero, uno en el primero y yo en el bajos.
Voy a empezar por el tercero: Maria, es una mujer delicada, callada, cariñosa que siempre ha estado a mi lado, a veces hemos llorado juntas y otras muchas nos hemos reído.
Maria siempre has estado ahí, siempre he sabido que cualquier cosa que necesitase ahí estabas tú. Siempre recordaré tu wassap de buenas noches diciéndome: "El móvil lo tengo al lado de la cama, cualquier cosa me llamas". Ese era tu mensaje diario cuando tú y yo sabemos la situación que se estaba viviendo en mi casa. Gracias Maria por todo. Gracias por aparecer en mi vida.
Gerard ¿qué voy a contar de ti? que eres dulce, cariñoso, que es muy fácil quererte. Que hecho de menos tus palabras, ya nadie me dice: "Amalia, eres muy guapa" cuántas veces me lo decías y yo te abrazaba. Recuerdo el día que hicimos churros, que a ti te encantan, y nos explotó uno y nos quemamos con el aceite, aún así doloridos, tú la mano quemada, yo la frente, nos comimos todos los churros que habíamos hecho. Y recuerdo con dolor de cabeza, es broma, las tardes que hemos pasado juntos mientras para ti cualquier cosa era buena para tocar el tambor y hacer música. ¡Cuántas tardes hemos pasado juntos!
Gerard eres un encanto, eres maravilloso. Quiero que sepas que nunca te voy a olvidar, que te vas hacer un gran hombre. Quiere mucho a tu mamá que para ella eres lo más importante de la vida. Ámala tanto como ella te ama a ti.
Ahora me voy al primer piso.
Alicia, no tengo palabras para definirla. Alicia ha sido mis pies y mis manos durante un gran tiempo. Sin ella a mi lado todo hubiese sido más difícil de lo que ha sido a veces mi situación. Durante un tiempo yo no he podido moverme de mi casa y ella ha sido la que me ha comprado, a ido a la farmacia a ella le debo la tranquilidad que he tenido.
Alicia, tengo tanto que agradecerte que no sabría por dónde empezar, tus visitas a diario a mi casa por si necesitaba algo, los ratos que hemos pasado juntas hablando. Los cafés que nos hemos tomado juntas, bueno tú café no, tú siempre aquarius, las veces que hemos ido juntas a comprar antes que la situación en mi casa fuese tan difícil como poco a poco se fue poniendo. Gracias Alicia por todo.
Mi amigo Marc, un hombre nervioso, ansioso, grandote, fuerte, muy guapo y con un tipazo de muerte. Y que debajo de ese cuerpo grande se esconde alguien necesitado de cariño y que es la persona más cariñosa que he conocido.
Marc, siempre has estado ahí a nuestro lado. Recuerdo una noche especial
en la que tuve que llamarte porque en mi casa estaba pasando algo anormal, tú bajaste en pijama y estuviste a mi lado, después la noche se fue complicando y tuviste que ir al hospital con él. Nos llamábamos cada cinco minutos y no sé quién estaba peor si él o tú. Ahora lo recuerdo y se me escapa una sonrisa recordando aquella noche.
Recuerdo las noches que nos hemos sentado en el balcón y hemos hablado de nuestras cosas, las barbacoas que hemos hecho en casa, el buen vino que tú siempre traías. Hemos vivido juntos cosas muy bonitas y también un momento muy triste.
Marc, siempre has sido un gran apoyo para mí. Gracias amigo por formar parte de mi vida.
Mi Pol, un niño inquieto, movido, trastillo y mi quitapenas. Pol sigo enfada contigo porque me voy de aquí y no he conseguido que digas mi nombre. Pol me has roto muchas cosas de mi casa pero he sido muy feliz cada día cuando venias a verme. Te vi nacer Pol y he ido viendo cada día tu crecimiento. Ahora me voy y tienes dos añitos, espero que cuando nos volvamos a ver te acuerdes de mí.
Ahora me muevo de mi edificio y me voy hacia la derecha a una casita muy acogedora y ahí me encuentro con Enry. Siempre hay que buscarse una vecina doctora porque te ayuda mucho.
A Enry tengo que agradecerle su compañía, no había un día que fuese a comprar que no me preguntase si necesitaba algo.
Enry creo que se alegrará de que me vaya de aquí, porque como he dicho antes tener una vecina doctora te ayuda y yo me he aprovechado de esa amistad y cualquier duda que tenía hablaba con Enry y problema resuelto.
Enry ya no podremos meter los dedos en el vaso de la batidora para limpiarlo cuando hacíamos Humus, que bueno que nos quedaba, y nos reíamos de la forma de limpiar el vaso. Enry extraño las copitas de cava que nos hemos tomado juntas, espero y deseo que algún día volvamos a brindar juntas con una copa de cava.
Enry eres una mujer maravillosa, desinteresada, todo corazón, para mí ha sido un placer tenerte como vecina. Siempre te recordaré Enry.
Bueno... ya no estaré ahí, ya no estará Coco ni Hundo, pero ahí se queda un trozo de mí, ahí siempre estará en el aire el cariño que yo os he tenido. Siempre vais a ser muy importantes en mi vida.
Espero y deseo de todo corazón que aunque ahora no nos veamos a diario como hasta ahora, nos sigamos viendo de vez en cuando y que esta amistad nunca deje de existir.
Os quiero.
Amalia.
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