No quiero un novio, ni un marido, ni un amante.
Quiero una persona la cual me haga llorar de risa y no de tristeza.
Que no rompa mi corazón, mejor que rompa mi lenceria.
Que se enamore de mi alma, de mi interior, de mi lado oscuro,
de mis temores, de mis noches de insomnio,
de mi mal humor a veces, de mis miedos.
Y que cuando lo vea y esté junto a mí altere mi corazón.
Que su presencia acelere mi corazón
y me produzca taquicardia de amor.
Que sus palabras y caricias hagan que yo enloquezca.
No quiero a alguien que me haga feliz,
sino a alguien con quien compartir mi felicidad.
Alguien con el que vivir locuras y
me haga perder la poca cordura que me queda.
No quiero un novio, ni un marido, ni un amante,
quiero a alguien para quien yo sea su mejor amiga,
y él para mí, mi mejor amigo.
Quiero a ese hombre detallista, cariñoso, amoroso, delicado, tierno, pero no cursi.
Quiero que vivamos en una nube y recorramos la vida juntos,
sin ataduras, libres, pero a la vez necesarios el uno para el otro.
Amalia.
Amalia.
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