A salir sola a pasear.
A dar largos paseos con mi perrito Coco.
A sentarme en un bar sola y tomarme un café.
A alejarme de las personas que no quiero en mi vida.
A cuidar y querer a las personas que quiero y que no quiero perder nunca.
A tomar las riendas de mi vida y tomar mis propias decisiones, sin importarme la opinión de los demás.
A gritar cuando llego a casa y decir: Ya llegué, sin esperar la respuesta de nadie.
A dormir sola sin necesidad de que nadie me abrace.
A darme ánimos cuando el día a sido una "mierda".
Estoy aprendiendo a conocer la fortaleza que guardo en mi interior.
De repente grito, lloro, callo, canto, rio así soy yo.
Estoy aprendiendo a verme distinta y cambiada, con un corazón enorme y muy remendado por todos los lados, con un cuerpo dolorido pero que va sanando por partes.
Me caí, me tumbó la vida muchas veces y eso impulsa a mí cuerpo a levantarse y entonces llega la calma y paz que me debe la vida.
Estoy aprendiendo a disfrutar de la vida en soledad.
Mi meta en estos momentos es vivir la vida. Soltar todo menos la felicidad.
No tengo tiempo para sufrir, de eso ya hice horas extras...
Ahora solo quiero sonreír, porque ya le dediqué muchas horas al llanto.
La vida pasa a cada instante, nadie la detiene.
Soy lo que tú ves, ya no me queda tiempo para aparentar.
Muchas gracias Amalia por compartir tus vivencias y pensamientos .q bonito relato sobre tu vida .
ResponderEliminarGracias a ti por tu comentario.
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