sábado, 19 de diciembre de 2015

Adiós Clemente

Hoy Quiero contaros una historia verdadera, como siempre son mis historias. Una historia que me hace feliz y a la vez me entristece mucho.
Un abuelito que forma parte de mi familia, llevaba una semana ingresado y yo decidí ir a verlo ayer, muy mal hecho, debí ir antes a verlo pero mi ánimo como sabéis no es todo lo bueno que yo quisiera y no me encontraba muy animosa, estoy muy llorona y si voy a ver a un enfermo no puedo entrar llorando. pero ayer algo me decía que tenía que ir a verlo así que me arreglé cogí el bus y me fui al hospital.
Cuando llegué él dormía, tenía cara de dolor porque lo habían sondado y sentía molestias. Después despertó y fue un amor, era tan dulce y cariñoso. A sus 101 años tenía su cabeza, mejor que la mía, tenia una excelente memoria. No quería comer y yo conseguí que se comiera una gelatina y una papilla de fruta, se lo comió todo, yo se lo daba como cuando se le da de comer a un bebe con amor y cariño.
Hablamos un ratito y él era consciente de todo.
El día anterior, mi prima, le quería dar de comer y él le decía: No me des de comer, no ves que lo que quiero es morirme y si me alimentas no me voy a morir.
Ayer por la tarde era como si él presintiese que se iba a marchar y dijo; recoger mi audífono y mis cosas y las tiráis porque yo me voy a ir y ya no las necesitaré. Mientras escribo no puedo evitar que mis ojos derramen unas lágrimas de amor y compasión. Estoy segura que él sabía que se iba a ir, quizás su mujer vino a verlo y a decirle que de nuevo iban a estar juntos, pero estoy segura que sabía que había llegado su hora. Ayer fue feliz, fueron a verlo sus nietos, su hijo, un gran hombre que jamás lo ha dejado solo, a vivido por su padre. Ojalá hubiese muchos hijos como Joan.
Hoy a las 06; de la mañana entró una enfermera y le pregunto: Abuelo como ha pasado la noche? y él le contesto; Muy bien he dormido bien. Y le dice la enfermera dentro de un rato vengo a verte otra vez guapo: Y mi abuelito le contesta: Si no soy guapo, soy feo. La enfermera sale de la habitación, vuelve en un cuarto de hora y ya se había marchado.
 Descansa en paz abuelo. Aquí todos te recordaremos por tu sabiduría, amor y cariño que nos has repartido a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Constipada… pero con el corazón lleno de alegría

Un día bonito… incluso moqueando Hoy escribo desde mi rinconcito, envuelta en mi manta calentita, con la nariz moqueando sin descanso, el o...