Hoy ha sido un día lleno de alegría y felicidad.
Empieza el día y piensas que va a ser un día normal, feliz pero sin sorpresa. Y no ha sido así para nada.
Suena el teléfono y es un señor que tiene que venir a darme un presupuesto para un arreglo en casa, quedamos que pasará por casa en una hora.
Me arreglo, y miro el móvil, mi móvil está como yo, "pasota", cuando quiere suena cuando llegan WhatsApp y otras veces no tiene ganas de sonar y no me entero de los WhatsApp que me van llegando. Lo miro para ver si tengo algo que leer y me llevo una gran sorpresa.
Muchas veces con personas conocidas dices una frase hecha que es:" Un día tomaremos un café juntos". Y ese café no llega nunca, ¿os ha pasado a vosotras alguna vez? Ese café se queda en el aire, se enfría y nunca se llega a tomar. Pues eso le dije yo a una persona, pero juro por mi vida, que jamás pensé que llegaría el día de que esa persona y yo tomásemos un café juntos. No es mi amigo, porque hace poco que nos conocemos, la palabra amigo la usamos con mucha ligereza y yo por lo menos pienso que un amigo es alguien con el que tienes que vivir muchas cosas, muchos años de amistad. Espero que algún día pueda decir que esta persona es mi amigo, de momento es un conocido maravilloso.
Por mi parte yo siento admiración por esa persona, lo admiro de verdad, por su forma de vida, por lo valiente que es, porque siempre tiene la palabra adecuada para levantarte el ánimo. Es una gran persona.
Leo su WhastsApp y me sorprende lo que dice: ¿Vamos a tomar un café?
Yo rápidamente le digo que sí, me estaba proponiendo lo que más me gusta en la vida, tomar un café en una terraza y además en buena compañía.
Han sido tres horas de café, tres horas que se han pasado volando. Me ha encantado que conozca a unas cuantas personas que forman parte de mi vida, porque son personas maravillosas, a las que quiero mucho.
Ese rato que he pasado con él, porque es un hombre, ha sido maravilloso, ha habido momentos de todo, nos hemos reído y también he llorado, debo reconocer que soy una llorona, y cuando hablo de las cosas que me han tocado vivir no puedo evitar llorar, pero ahí estaba él para con sus sabias palabras sanar mi alma. Y me he sentido muy orgullosa de presentarlo a él como mi hermano adoptivo.
Vamos... que he estado muy creída y presumida de estar tomando un café con un chico joven, y muy guapo.
Ha sido una mañana muy bonita. El sol nos acompañó toda la mañana.
Para terminar este feliz día, ha venido a mi casa la ilusión de mi vida, mi hijo y ella son las personas más importantes de mi vida. Sin ellos mi vida no tendría sentido.
Ella es mi prima, mi hermana, lo es todo para mí. Es la persona con la que he compartido y comparto mi vida, con la que me he reído hasta de lo más absurdo, nos hemos puesto "piripis" las dos bebiendo cava, es nuestra bebida preferida, es la bebida que como decía mi tía, nos hace perder el contacto.
Hemos llorado juntas lo inimaginable. Siempre hemos estado unidas en las alegrías y en las tristezas.
Hacía meses que no nos tomábamos una botella de cava juntas porque no podíamos visitarnos y aunque ahora ya nos hemos visto algunas veces en la terraza de un bar, hoy ha sido el día del reencuentro con nuestra botella de cava y nuestras patatas fritas, pero las patatas han de ser de bolsa negra, las gourmet, son las que nos gustan.
¿Qué mas puedo pedirle a la vida? Nada más. Tengo lo más valioso del mundo, mi familia, mis amigos, mis conocidos y desde hace un tiempo mi hermano adoptivo. Soy la mujer más feliz y afortunada que existe.
Doy gracias a Dios, al universo, a la vida por tener a mi alrededor a personas tan maravillosas.
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