La mujer que ama a los perros está loca y no es broma.
Esa mujer cree en el amor verdadero, sabe lo que es amar sin pedir nada a cambio.
Esa mujer soy yo.
Yo estoy convencida de que un paseo al aire libre, un día de sol o bajo la lluvia, es alegría.
Creo firmemente que, como los lobos protegen a su manada mis peludines me aman y me protegen siempre.
Adoro escuchar los sonidos del silencio, con la respiración de Coco y los ronquidos de Hundo. Ellos son felices y yo más feliz de notar su paz. Esa es mi música preferida.
Yo te puedo enseñar como encontrar la paz en una simple caricia o en una mirada, porque mis perritos me lo han enseñado.
Puedo ser dulce como un cachorro o combativa como una loba.
He descubierto sentimientos en mis peludines que me transportan a mi niñez, nobles e ideales.
Y eso mismo pretendo encontrar en un hombre.
Estoy loca, puedo correr poniendo mi vida en peligro por mis peludines. Puedo reír de la nada y tener conversaciones con mis niños perrunos.
Yo sé mucho de la reciprocidad, la nobleza, la entrega, el estar a las buenas y a las malas, mis perritos me lo han enseñado.
Eso jamás lo encontraré en un hombre.
No me importa los pelitos en mi ropa negra, eso es un orgullo y un trofeo para mí.
Cuando decida irme de vacaciones siempre pensaré primero y priorizare el bienestar de mis peludines.
Pareceré ridícula porque hablo con mis perros, pero no lo soy. Ellos me aman, no me critican, si estoy de buen humor ellos bailan a mi alrededor, si estoy triste ellos a mi lado me dan consuelo.
Si canto mal, nunca me lo dicen, al contrario se ponen felices con mi voz.
En mi móvil llevo el 97% de las fotos de mis perritos y si un día me enamoro, de esa persona llevaré solo el 3%.
Cuando amo, lo doy todo y protegeré a esa persona que entre en mi corazón. No le exigiré nada, simplemente lo amaré. He aprendido de mis perritos a no ser egoísta, a darlo todo esperando solamente una caricia.
No hay amor más desinteresado que el de los perros, te lo dan todo solo a cambio de una mirada y una palabra bonita. Así soy yo. Protectora de mi manada. Mi familia y mis amigos son mi manada.
No te enamores de mí, porque entonces amarás a los animales, te volverás igual de loco que yo, le hablaras a los perritos, les cantarás, los acariciaras y seremos dos locos de amor y sin obligación.
Mi locura es contagiosa y feliz.
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