martes, 19 de agosto de 2025

Siempre estamos a tiempo


Dicen que el tiempo pasa volando. Que los años pesan. Que hay cosas “para jóvenes”.
Yo no estoy de acuerdo.
A los 65 años no me siento más lejos de la vida, al contrario: me siento más dentro. Más presente. Más despierta.

He aprendido a vivir sin prisa, a saborear los días como se saborea un café caliente en una mañana tranquila.
Y, ¿sabes? Cada minuto es una oportunidad.
Para reír. Para aprender. Para comenzar algo nuevo.

Porque nunca es tarde.
Nunca es tarde para cuidarnos.
Nunca es tarde para mimarnos un poquito, para mirarnos al espejo con cariño, para ponernos un perfume bonito aunque no salgamos de casa.
Nunca es tarde para leer ese libro que dejamos pendiente, para escribir lo que sentimos, para escuchar música y bailar en la cocina.

 

🌸 La edad no es una jaula, es una flor que ha aprendido a abrirse despacio

Con delicadeza, con calma. Pero firme.

No entiendo por qué algunas personas piensan que cumplir años es perder algo.
Yo he ganado tanto…
He ganado amor propio, paz, silencio que no pesa, tiempo para mí.
He ganado el derecho de vivir a mi ritmo. De decir “no”, de elegir lo que me hace bien.
Y he descubierto que todavía me queda tanto por vivir.
Tantas cosas por probar.
Tantas risas por soltar.
Tantas personas por abrazar, incluso a la distancia.

 

🌸 Siempre estamos a tiempo de empezar

De apuntarnos a una clase, de aprender algo nuevo, de crear un blog (como yo), de cambiar el color del salón o del alma.

🌸 Siempre estamos a tiempo de vivir bonito

De agradecer, de respirar, de ver el cielo, de hablar con ternura.

 

A veces, cuando me preguntan mi edad, sonrío y digo: “Tengo 65 años… de experiencia en vivir”.
Y los que me quedan.

Si tú que me lees estás pensando que ya es tarde para algo, déjame decirte con todo el corazón: no lo es.
La vida sigue llamando. Suave, pero firme. Y tú puedes seguir respondiendo, paso a paso, segundo a segundo.

Con cariño,
Amalia
🌸




No hay comentarios:

Publicar un comentario

La vida

A veces, solo hace falta detenernos un momento, cerrar los ojos… y respirar. Respirar profundo, lento, como si estuviéramos abrazando al uni...