Hoy ha sido uno de esos días grises por fuera y muy luminosos por dentro. Ha llovido sin parar, de esa lluvia constante que invita a quedarse en casa, a bajar el ritmo y a dejar que las cosas bonitas pasen despacito.
No hemos salido apenas: solo hasta la esquina, lo justo para que Coco hiciera sus cositas, y de vuelta al calor del hogar. Y aun así, ha sido un día que me ha cundido muchísimo.
Entre lluvia y lluvia, he vivido algo muy especial. Le pedí a un chico que me hiciera una canción para Borja, mi hijo, y hoy me ha enviado el resultado… una canción preciosa, llena de emoción, de verdad y de amor.
Borja y yo estamos separados por kilómetros, pero no hay distancia capaz de enfriar un lazo tan fuerte. Esta canción ha sido como tender un puente invisible entre los dos, como decirle sin palabras cuánto lo quiero, cuánto lo echo de menos y lo orgullosa que estoy de él. De esas canciones que no solo se escuchan: se sienten muy dentro, en ese lugar donde viven los abrazos que no pueden darse.
Por eso he querido hacer este vídeo y compartirlo con vosotros. Porque hay canciones que no son solo canciones: son abrazos, son mensajes que viajan lejos, son pedacitos de alma.
Aquí os dejo el enlace al vídeo que acabo de subir a YouTube, con esta canción tan bonita dedicada a Borja. Ojalá la sintáis tanto como la he sentido yo.
Gracias por estar siempre ahí, por acompañarme también en los días de lluvia.
Con cariño,
El Rincón de Amalia.
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