martes, 9 de septiembre de 2025

Café, croissant y libertad

Ay no, que creen mis otoñales lectoras. Con esta lluvia y este fresquito me importa un comino con sombrero lo que pase fuera… a mí que me dejen aquí sentadita con mi bata de lino, mi paz emocional y mi peonía al lado. A estas alturas yo ya no me altero ni por gritos ajenos ni por modas absurdas. ¿Que fulanita dijo qué? ¡Pues que lo diga! ¿Que la vecina se ha hecho la ceja tipo antena de WiFi? ¡Pues que se conecte a ver si coge cobertura, yo paso!

Mira, después de los 60 una ya no está para perder la compostura por tonterías. La paz mental se defiende como si fuera receta de la abuela: con firmeza, con cariño… ¡y con mucho cuidado!

Eso sí… no respondo de mí si me llega el olorcito a café recién hecho o a pan crujiente saliendo del horno. ¡Ay, Señor! Ahí sí se me alborota el alma, el estómago… y alguna cosilla más. Me dan ganas de cantar, reír, bailar y pecar… todo junto. Porque, seamos claras, ¿qué terapia supera una barra calentita o un buen 🥐 de mantequilla?

Y si encima me lo ponen con un cafecito en taza espumoso y con su aroma… ¡adiós calma zen y hola pecado mortal! Que a estas alturas yo ya peco sin confesarme… y sin arrepentirme.

Así que sí, que el mundo ruede… pero si huele a café, ¡me lanzo como si tuviera 20. 😉



No hay comentarios:

Publicar un comentario

No tapes tus arrugas

No tapes tus arrugas, son las marcas de tu historia. No te avergüences del cuerpo, es el que te ha traído hasta aquí. Di tu edad con org...