Entrantes:
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Sonrisas gigantes (¡las que se notan desde la otra acera!)
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Abrazos locos que despeinen un poco
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Buenos días con baile incluido
Plato principal:
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Alegría a cucharadas
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Aventuras que te hagan reír hasta dolerte la barriga
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Tiempo para no hacer nada… y disfrutarlo
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Mini logros que se celebran con confeti imaginario
Guarniciones:
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Empatía con toque de humor
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Paciencia… pero con música divertida
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Momentos de “¡wow, qué bonito esto!”
Postres:
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Risas compartidas (repetir tantas veces como quieras)
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Sueños con sabor a chocolate
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Recuerdos felices envueltos en brillo
Bebida:
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Amor propio bien frío o bien caliente, según el día
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Optimismo burbujeante, que haga cosquillas
Extra sorpresa:
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Un poco de travesura
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Mucho tiempo para ti
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Siempre un “gracias” gigante y ruidoso.
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