jueves, 11 de diciembre de 2025

El verdadero culpable de mi constipado: mi dedo gordo


A ver… yo ya he descubierto el misterio.
Tanto preguntarme por qué me he constipado, que si el frío, que si la humedad, que si el aire de la calle…
¡Mentira todo!
La culpable he sido yo, por confiar en unos calcetines gordos que ya estaban pidiendo jubilación. Pero les tengo tanto cariño, mis calcetines rosas del invierno.

Porque claro, yo hago mi ritual de cada noche:
Entro en la cama, que parece el Polo Norte cuando levanto las sábanas, me pongo mis calcetines gorditos para calentar los pies, y cuando ya estoy a gustito, me los quito y los dejo ahí tirados, sin prestarles ni una gota de atención.
Total, solo los uso un ratito.

Pues ayer, fíjate tú por dónde, me dio por mirar bien uno de ellos.
¿Y qué me encuentro?
¡Un agujero justo en el dedo gordo del calcetín!
Pero no un agujerito inocente… no.
Uno de esos traicioneros por donde se cuela una corriente fría que va directa al alma y luego a los pulmones.

Ahí lo entendí todo:
Mi bronquitis es por culpa de mi dedo gordo, que ha pasado frío.
¡Claro que sí! Si ese dedo asomaba por el agujero como diciendo “Auxilio, socorro, que me estoy congelando”.

Así que he tomado una decisión firme:
Mañana no pasa sin que yo me vaya al bazar chino y me compre unos calcetines decentes, de esos que abrazan los pies y no dejan escapar ni un suspiro de aire.
Y estos… estos los tiro, porque yo no pienso volver a poner en riesgo mi salud pulmonar por culpa de un agujero travieso.

Firmado con humor y un dedo gordo ya calentito…



No hay comentarios:

Publicar un comentario

🎄 Un regalo que me ha tocado el alma

Hoy he tenido una sorpresa que todavía me tiene con el corazón calentito. Una amiga, una de esas que la vida te manda como regalito inespe...