domingo, 14 de diciembre de 2025

Mi cascanueces: un pequeño guardián de luz


Este año, sin buscarlo, ha llegado a mi vida un cascanueces.

Uno de esos guardianes antiguos, de colores vivos, que parecen mirar el mundo con seriedad y ternura al mismo tiempo.
Sentí que tenía que traerlo a casa, como si una voz interior me susurrara: “Esto es para ti. Esta luz es para tu hogar.”

Antes de decidirme del todo, quise saber un poco más sobre su historia, porque mucha gente, igual que yo hasta hace nada, no conoce de dónde viene este símbolo tan especial.

🌟 La historia del cascanueces (explicadita y bonita)

El cascanueces viene de un cuento escrito hace más de 200 años por E.T.A. Hoffmann:
“El Cascanueces y el Rey de los Ratones.”

En él, una niña llamada Clara recibe como regalo un cascanueces de madera.
Una noche, el cascanueces cobra vida para protegerla de un ejército de ratones y de su rey.
Después, la lleva a un mundo mágico lleno de dulces, luz y fantasía, donde descubre que lo que parecía un simple muñeco era, en realidad, un ser valiente, leal y lleno de amor.

Con el tiempo, Tchaikovsky convirtió este cuento en un ballet famoso en todo el mundo, y desde entonces el cascanueces se convirtió en símbolo de:

  • Protección del hogar
  • Magia y sueños
  • Valentía en lo pequeño
  • Esperanza en tiempos de invierno
 Saber esto me tocó el alma.

Me di cuenta de que la protección no siempre llega en forma de cosas grandes; a veces aparece en un soldadito de madera con un gesto pintado.

Y pensé:
“Que venga. Que nos cuide a Coco y a mí.
Y también a Borja, que aunque esté lejos, siempre está aquí dentro de mi corazón.”

Me imagino a mi cascanueces firme y tranquilo sobre la mesa del comedor, como si velara por nosotros, como si la casa respirara más suave,
como si Coco se acercara curioso, como hace él,
como si Borja, desde la distancia, recibiera también un pedacito de esa luz.

Porque las cosas que llegan al corazón siempre traen un mensaje.
Y este cascanueces viene a recordarme que la magia sigue viva, que nunca estoy sola y que siempre hay un pequeño guardián cuidando el alma.

Así que sí…
Este año tendremos un nuevo miembro en casa.
Pequeño, pero valiente.
Antiguo, pero lleno de luz.
Y con una misión muy clara: proteger la paz de mi hogar y la ternura de mis días.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi cascanueces: un pequeño guardián de luz

Este año, sin buscarlo, ha llegado a mi vida un cascanueces. Uno de esos guardianes antiguos, de colores vivos, que parecen mirar el mundo...