Yo ya no voy por la vida haciendo ruido para que se fijen en mí.
Voy calmada.
Voy tranquila.
Voy serena.
Voy despacio.
Ya no quiero deslumbrar a nadie.
Soy yo la misma en cualquier parte.
Ya no necesito impresionar a nadie.
Solo necesito estar a gusto conmigo misma.
Habrá a quién le guste como soy y también habrá a quien no le guste mi forma de ser. Pero eso a mí, no me quita el sueño ni mi paz.
Mi paz y mi sueño me lo quitan otras cosas más importantes.
Qué más da la opinión de los demás, yo no exijo nada de nadie, no le pido explicaciones a nadie.
Vivo a mi manera sin hacer daño a nadie.
Hay días que puedo ser un cascabel y otros días pienso: "Qué acabe pronto el día".
A la única persona que tengo que impresionar es a la que veo cada mañana en el espejo.
A ella... Solo a ella y a nadie más y ella me acepta y está orgullosa de mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario