viernes, 23 de febrero de 2018

Mi cumpleaños

Este año mi cumpleaños a sido especial, especial por el lugar donde lo he celebrado, no me he ido a celebrarlo a un país exótico, ni me he ido de crucero, no no, este año he celebrado mi cumpleaños en un hospital, en el hospital de Bellvitge en l'Hospitalet Barcelona.
Ha sido un cumpleaños diferente pero muy bonito, emotivo y rodeada de personas maravillosas y queridas.
Yo no era la enferma, el enfermo es una persona muy querida para mí, mi marido. Y allí rodeada de mi hijo y de mi prima hemos celebrado mi cumpleaños "especial".
No me puedo quejar de los regalos han sido muchos y muy valiosos sentimentalmente para mí.
Voy con retraso poniendo entradas en el blog, pero es que me falta tiempo.








domingo, 11 de febrero de 2018

Gracias a mis luces

Como acompañante de un paciente de larga estancia en el Hospital Universitario de Bellvitge quiero dedicar esta carta a las luces que han alumbrado mi estancia en el hospital.
A las enfermeras/os y auxiliares de la planta 13 unidad 1 que sin ninguna obligación por su parte han cuidado de mí.
A esas luces que han alumbrado mi camino durante meses en ese hospital y que ya forman parte de mi vida quiero decirles gracias, gracias y gracias.
Gracias por esos días que yo tenía de bajón y que tú me has abrazado y sin decir ni una sola palabra me has dicho tantas cosas con ese abrazo; adelante, todo va bien, no te desanimes, estoy aquí para lo que me necesites.
A ti que cada tarde para hacer mi estancia más llevadera me traías un café y un paquetito de galletas.
Tú que cuando me has visto con lágrimas en los ojos por lo duro de la situación que estaba viviendo me has cogido las manos y con tus ojos vidriosos y a punto de llorar también me has dicho: “sé fuerte”.
A ti querida amiga que en esos duros momentos que nos han tocado vivir juntas, me has sacado de la habitación, me has llevado al office y me has hecho una tila, mientras más personal del hospital lo cuidaban a él.
A ti que me has mandado a que me diese el aire y estirara las piernas y me has dicho bajito y al oído: “yo cuido de él” te irá bien un poco de aire fresco.
A las que os he pedido un abrazo porque me sentía sola y derrumbada y jamás me habéis negado ese abrazo que tanta fuerza me ha dado en ese momento.
A ti que cuando él se ha puesto nervioso me has echado de la habitación y te has quedado consolándolo a él mientras yo lloraba en el pasillo.
También nos hemos reído muchas veces, una risa maravillosa contando historias y chistes.
A ti que me has enseñado los cuidados que tenía que tener cuando nos fuésemos a casa y yo con lágrimas en los ojos te decía: “no voy a ser capaz” y tú me has respondido: “serás capaz, podrás hacerlo”.
A ti que cuando le tenías que poner una vía y como sus venas no son muy buenas y después de intentarlo varias veces sin poder, con tristeza has dicho: “no puedo pincharte más” que venga otra compañera y te he visto salir de la habitación triste a buscar a otra compañera porque tú ya no querías hacerle más daño, no es culpa tuya son las venas de él.
A mis luces de las noches, “mis estrellas” que os habéis preocupado de que no pasase frio trayéndome mantas.
A ti que cada noche cuando repartías el resopon jamás te olvidaste de mí y de traerme un café.
A mis amigas de la noche que siempre han tenido un ratito para hablar conmigo y así hacerme la noche más soportable y me habéis dicho: “Tú duerme, que nosotras entramos a menudo para ver cómo está, tú no te preocupes, descansa
He pasado con vosotras/os Navidad, Año Nuevo y hasta mi cumpleaños. No es el lugar más adecuado para decir que he sido feliz, muy feliz en un hospital, pero sí y lo digo llena de orgullo que he sido muy feliz con vosotras/os que os habéis convertido en parte de mis amigas, que jamás voy a olvidar estos meses que hemos compartido juntas.
Qué nunca en mi vida oiga hablar mal de enfermeras y auxiliares porque os defenderé con uñas y dientes.
Porque sois muy  humanos y aunque es vuestro trabajo a veces hacéis más de lo que debéis, no os importa salir más tarde si un enfermo os necesita, porque tenéis un corazón enorme y unos sentimientos preciosos.
Ahora que estoy en mi casa os echo de menos, con muchas estoy en contacto por teléfono y me alegra saber que estáis muy bien. Ya no sois simplemente enfermeras, ya sois mis amigas.
Mientras mi cabeza os recuerde y mi corazón siga latiendo siempre seréis unos “ocupas” en mi corazón.
La planta 13 unidad 1 del Hospital Universitario de Bellvitge tiene el mejor personal sanitario del mundo.
Os quiero amigas/os.

Amalia.


Admírate, mujer… y un poquito más

Mírate al espejo y deja de buscar defectos. Mira lo que sí tienes: fuerza, historias y un montón de cosas que te hacen única. Admírate por ...