domingo, 30 de diciembre de 2018

Adiós 2018

Se acaba un año y empezamos un año nuevo.

Yo me despido del año 2018 cerrando las puertas al dolor, tristezas y sufrimiento.
Y recibo al año 2019 con las puertas y ventanas abiertas a la felicidad, la paz, la armonía y la salud.
En el año nuevo no tiene cabida en mi vida la tristeza. Este año que acabamos me ha dejado mucha tristeza y dolor. Empecé el año como acompañante en un hospital, me comí las uvas rodeada de personas maravillosas y junto a la persona con la cual yo pensaba envejecer y que me ha dejado este año que termina y ya no podré envejecer a su lado. Ese ha sido el peor y más doloroso motivo que me ha dado el año 2018, un año que nunca podré olvidar.
Pero por esa persona y por otras que tambien están en el cielo, quiero cerrar puertas al dolor y abrir puertas a la felicidad, por ellos, porque sé que ellos quieren verme feliz, este nuevo año va a ser maravilloso para mí. Siempre llevándolos en mi corazón y recordandolos a diario.
No quiero, me niego a tener más dolor, me niego a perder más seres queridos y quiero ser feliz con las personas que tengo a mi lado y que me hacen felices. Mi hijo, mis primos, mis amigos y mis conocidos, esas maravillosas personas que siempre han estado ahí a mi lado, sacándome una sonrisa cuando lo único que yo quería era llorar.

No quiero en este nuevo año tristezas, solo quiero salud, amor y felicidad.


martes, 18 de diciembre de 2018

Ni una menos

Mi madre solía decirme y seguro que muchas aún lo siguen diciendo: no vuelvas tarde, no vengas sola por sitios oscuros y solitarios, no te pintes mucho, no lleves esa falda tan corta...
Advertencias para que no me pasara nada malo.
Y yo me pregunto; ¿eso me lo decía mi madre por ser mujer? Y a los hombres ¿que le dicen?
Una madre tiene que dar buenos consejos a sus hijas y también a sus hijos.
Yo tengo un hijo y desde pequeño le he enseñado a ser empático con las personas, ayudar al que lo necesite, a respetar a las personas y sobre todo, a no hacer nada que a él no le gustaría que le hicieran ni le hicieran a sus seres queridos.
¿Estamos educando bien a nuestra juventud?
Yo antes salía sola a pasear por la playa solitaria en otoño e invierno, y eso es uno de los mejores placeres de la vida.  Ahora me da miedo, me han robado ese placer.
Tengo temor a salir de mi casa, por miedo a no volver a ella porque me cruce con alguien y me quite la vida.
Si salgo a cenar pido a mis amigos que me acompañen a casa, vivo con miedo y tengo 58 años.
Me están quitando la libertad de poder salir y poder pasear sola.
Somos las mujeres las que provocamos, por ir pintadas, por llevar un escote o por llevar una falda corta. Pero que horror!!!
No podemos tener libertad para vestirnos como queramos y poder salir a la calle cuando nos apetezca.
¿Por ser mujer tienen derecho a maltratarnos? NO.
Por eso a ti que estás leyendo esto,  si un día paseando te sientes en peligro, cógeme de la mano y hablemos como amigas, juntas podemos evitar que alguien nos haga daño. 




Feliz Navidad




Admírate, mujer… y un poquito más

Mírate al espejo y deja de buscar defectos. Mira lo que sí tienes: fuerza, historias y un montón de cosas que te hacen única. Admírate por ...