domingo, 23 de noviembre de 2025

Siempre hay un motivo para sonreír

Hola, amigas y amigos del blog:

Seguro que me seguís aquí y os divertís con mis historias, mis reflexiones y mis pequeñas aventuras. Pero si queréis conocerme de verdad… si queréis entender quién soy y de dónde viene mi fuerza… os invito a abrir mi libro.

En sus páginas os cuento mi vida desde la niñez hasta hoy, con todo lo que he vivido: los momentos de alegría, los días luminosos, pero también los momentos más duros que nadie desea pasar. He perdido a mi hermana, a mi padre y a mi madre en apenas cinco meses; he acompañado a mi marido mientras luchaba contra un cáncer; y yo también he pasado momentos delicados con un tumor cerebral.

Sí, hay tristeza, mucho dolor… pero también hay amor, esperanza, risas, aprendizaje y la fuerza de seguir adelante. Todo lo que me ha ocurrido me ha hecho la mujer que soy hoy, y quiero compartirlo con vosotros tal cual, sin filtros, con verdad y corazón.

Y quiero que sepáis algo importante: no busco beneficio económico alguno. Todo lo que se recauda con este libro va directamente a la lucha contra el cáncer, para apoyar a quienes lo necesitan.

Si queréis conocerme un poco más, sentir mis emociones, entender mi historia y, al mismo tiempo, ayudar a una causa que me toca muy de cerca… mi libro es la puerta. Os prometo que será un viaje intenso, lleno de vida, de verdad y de corazón.

No es solo un libro: es la historia de mi vida, de mi fuerza, de mis lágrimas y de mis risas… y al leerlo, vosotros también podéis formar parte de algo más grande. Cada página os acercará a mí y, al mismo tiempo, os permitirá colaborar en la lucha contra el cáncer. Una historia que conmueve, que inspira… y que merece ser leída.

Siempre hay un motivo para sonreír



¡Compra mi libro aquí!

Gracias por estar ahí, por leerme y por acompañarme en este camino.

Con todo mi cariño,

Amalia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Constipada… pero con el corazón lleno de alegría

Un día bonito… incluso moqueando Hoy escribo desde mi rinconcito, envuelta en mi manta calentita, con la nariz moqueando sin descanso, el o...